Si eres arrendador o propietario de una vivienda, sepas que puedes deducir impuestos que ayudarán a llevar adelante los gastos derivados de la casa. El arrendador es el que suele alquilar su vivienda a otra persona (el propietario de un piso de alquiler) y por esto hay que conocer cómo pagar mucho menos por su inmueble. Te contamos aquellos gastos que te puedes deducir como son los suministros, tributos y recargos y muchos más, además de las correspondientes bonificaciones.

Suministros

Tanto el agua, como el gas, la electricidad e internet son gastos deducibles de impuestos. Nos estamos refiriendo a aquellos gastos que son fijos, que se pagan cada mes y que ahora más que nunca conviene saber ya que sus precios se han elevado por las nubes y debemos reducir sus facturas a finales de mes. Son deducibles siempre que estos gastos sean abonados por el arrendador.

También están otros enseres y electrodomésticos, que, según Arrenta, son otros gastos deducibles siempre que formen parte de una amortización, la cual supondrá un 10% del total al año por un periodo total máximo de 20 años. En este caso, debe estar justificada la duración y utilización para un periodo superior al año.

Certificado energético

El parque de viviendas de España no cumple con muchos estándares de certificado energético y por esto el Gobierno central está apostando con ello gracias a las ayudas en rehabilitación de edificios que persiguen este fin. Además, y según Arrenta, el coste para obtener la certificación de eficiencia energética también puede ser deducible en la declaración de la Renta y se incluyen en el apartado relativo a Otros gastos fiscalmente deducibles del arrendamiento en cuestión.

Tributos y recargos

¿Qué otros gastos son deducibles en la vivienda alquilada? Hacemos referencia a los tributos. Es decir, tributos y tasas no estatales que haya que pagar por la vivienda. Corresponden, en mayor medida, al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que hipotecas.com lo define como un impuesto que grava las viviendas siendo de carácter municipal y, por tanto, son los ayuntamientos quienes se encargan de tramitarlo y recaudarlo.

En los tributos y recargos, también se añaden los gastos de la comunidad, que pueden incluir la tasa de basuras, las obras y desperfectos del edificio, la paga al portero en el caso de que haya, gastos en zonas comunes como es el mantenimiento de una piscina, etc.

Reparación de la vivienda

Entre los gastos deducibles al alquilar la propia vivienda hay muchos más, siendo algo importantísimo para el propietario de la casa. Se incluye entonces los gastos relacionados con la reparación y rehabilitación del piso. ING analiza este dato y ofrece información sobre ello, añadiendo inputs como la pintura, el arreglo de instalaciones, también cuando se sustituyen elementos como instalaciones de calefacción, puertas de seguridad y otros.

ING remarca que en este punto no se incluyen las mejoras o ampliaciones en la vivienda que darán lugar, en su caso, a gastos por amortización.

Servicios inmobiliarios

Cuando toca contratar servicios externos, como los de una inmobiliaria, que buscará el inquilino perfecto para alquilar la casa, redactará el contrato de alquiler y mucho más, también es un gasto deducible en la renta porque corresponden a una generación de ingresos de alquiler. Ello junto a revalorar el inmueble mediante home staging, un concepto cada vez más en boga referido a la técnica para hacer que una vivienda sea más atractiva cuando se alquila o vende.

Intereses de créditos o préstamos bancarios

Cuando se contrata una hipoteca para hacer frente a la compra de un piso, hay desventajas pero también ventajas para el propietario, como deducir gastos por ello. Así, los intereses satisfechos a la entidad financiera durante su amortización son gastos deducibles.

Amortización del inmueble

Además, el arrendador se podrá amortizar un 3% de la amortización de uno de los siguientes gastos, sin incluir dentro de este cómputo el del suelo.

  • Coste de adquisición del inmueble
  • Valor catastral.

Seguro del hogar

Una de las cosas que debemos tener en cuenta cuando se compra una vivienda es el seguro del hogar que cubre aquellos desperfectos, robos y otros que pueden acontecer en la nueva casa. Existen diversos tipos y cada uno se puede adaptar a las condiciones y necesidades de cada propietario y superficie de la casa. Para mayor información, en esta página podrás comparar los distintos seguros que hay en estos momentos.

La buena noticia es que puedes deducirte como gasto de la vivienda de alquiler las primas de los seguros vinculados con la vivienda arrendada y satisfechas durante el ejercicio fiscal. Se incluyen, tanto los seguros de hogar, como los seguros de alquiler, el de responsabilidad civil, cuando hay incendio o robo, entre otros. Como otros gastos deducibles, es el arrendador el que debe pagar el seguro.

En este vídeo de Amigo Inversor, tienes toda la información sobre la amortización y gastos deducibles en bienes inmuebles para ahorrar en el impuesto IRPF. Es sencillo y te lo explica todo al dedillo para que no se te escape nada.

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