Durante décadas, el sector inmobiliario español ha considerado los meses estivales como una época de menor actividad comercial. Sin embargo, los datos de 2025 están desmontando esta creencia de manera contundente. Julio y agosto han emergido como los nuevos protagonistas del calendario inmobiliario, especialmente en las zonas costeras y turísticas del país.

La revolución del mercado estival

María González, directora comercial de una importante inmobiliaria malagueña, recuerda perfectamente cómo eran los veranos hace apenas cinco años. «Las oficinas prácticamente cerraban durante agosto. Era como si el mercado entrara en hibernación», explica mientras revisa las cifras de este julio, que ya superan en un 40% las del mismo mes del año anterior.

40%

Incremento en transacciones inmobiliarias durante julio 2025 respecto al año anterior

Este cambio de paradigma se ha consolidado definitivamente en 2025. Las razones son múltiples: nuevos patrones demográficos, inversión extranjera y cambios tecnológicos que han alterado profundamente el mercado inmobiliario español.

Nuevos compradores, nuevas reglas

Los millennials y la Generación Z han alterado los patrones tradicionales de compra. Para ellos, el verano representa una oportunidad única de evaluar propiedades en su máximo esplendor. El teletrabajo y la flexibilidad horaria han permitido que muchos compradores mantengan su actividad profesional mientras buscan vivienda durante las vacaciones.

«Cuando visitas una casa en agosto en la Costa del Sol, puedes ver exactamente cómo será vivir ahí. El clima, la luz, el ambiente del barrio… Todo está en su mejor momento», comenta David Martín, de 34 años, que acaba de comprar un apartamento en Marbella.

La inversión extranjera impulsa el cambio

Los compradores internacionales, especialmente británicos, alemanes y franceses, han convertido el verano en su temporada predilecta para adquirir propiedades en España. Sus vacaciones coinciden perfectamente con la época en que pueden evaluar el verdadero potencial de una zona turística.

Dato relevante: El 65% de las compras realizadas por extranjeros entre junio y agosto de 2025 se concentraron en propiedades a menos de 2 kilómetros de la costa.

James Bill, un empresario británico que adquirió una villa en Altea el pasado mes, lo explica de manera sencilla: «¿Cómo vas a comprar una casa de playa si no la ves funcionando como tal? En agosto puedes comprobar si realmente hay ambiente, si las playas están cuidadas, si los servicios funcionan».

El papel crucial de las inmobiliarias locales

Las inmobiliarias locales se han convertido en piezas fundamentales de esta transformación estival. Su conocimiento del territorio, las conexiones con proveedores de servicios y la capacidad de ofrecer asesoramiento personalizado las posicionan como intermediarios indispensables en un mercado cada vez más competitivo.

Carmen Ruiz, propietaria de una agencia inmobiliaria en Denia con más de 15 años de experiencia, explica cómo ha evolucionado su negocio: «Antes cerrábamos dos semanas en agosto. Ahora es nuestro mes más intenso. Tenemos equipos trabajando en horarios extendidos y hemos desarrollado servicios específicos para compradores vacacionales».

Estas agencias locales han desarrollado estrategias únicas que las grandes cadenas no pueden replicar. Organizan visitas temáticas aprovechando eventos locales, ofrecen servicios de acompañamiento integral que incluyen desde la presentación de la propiedad hasta la gestión completa del proceso de compra, e incluso proporcionan información privilegiada sobre el desarrollo futuro de las zonas.

Servicios adaptados al comprador estival

Las inmobiliarias locales han creado paquetes específicos para compradores vacacionales: visitas en horarios extendidos, servicios de traducción simultánea, gestión acelerada de documentación y coordinación con notarios y gestores locales. Todo esto mientras el cliente disfruta de sus vacaciones.

Tecnología y experiencia local: la combinación perfecta

La digitalización del sector ha facilitado enormemente el proceso. Las plataformas online permiten realizar gran parte de los trámites desde cualquier lugar, pero es la experiencia local la que marca la diferencia en las decisiones finales.

Las visitas virtuales han facilitado el proceso de preselección, pero los compradores llegan al verano con una lista más depurada de propiedades, necesitando el asesoramiento experto de profesionales que conocen cada rincón de su zona de actuación.

El efecto psicológico del entorno vacacional

Los psicólogos especializados en comportamiento del consumidor han identificado que las decisiones inmobiliarias tomadas en entornos vacacionales tienden a ser más emocionales y, paradójicamente, más acertadas a largo plazo. El estado mental relajado permite a los compradores conectar mejor con sus verdaderas necesidades.

78%

El 78% de las inmobiliarias costeras han incrementado su presupuesto de marketing digital para los meses de verano.

Zonas emergentes y consolidadas

Si bien la Costa del Sol mantiene su liderazgo tradicional, otras zonas están experimentando un crecimiento notable. La Costa Brava ha visto crecer su actividad inmobiliaria veraniega un 55% respecto a 2024, mientras que destinos menos tradicionales como la costa asturiana registran incrementos significativos.

Las Islas Baleares merecen mención especial. Mallorca e Ibiza han visto cómo su mercado inmobiliario estival ha alcanzado niveles de actividad propios de las grandes capitales, con precios que han encontrado en el verano su mejor escaparate.

La transformación del perfil del comprador

El comprador inmobiliario del verano 2025 es más informado, más exigente y más decidido. Ha realizado una investigación previa exhaustiva y llega con ideas claras sobre lo que busca. Este nuevo perfil valora especialmente la autenticidad de la experiencia y la posibilidad de evaluar realmente cómo sería vivir en la propiedad durante la mejor época del año.

«Ya no compramos casas, compramos momentos. Y los mejores momentos en una propiedad costera se viven en verano», reflexiona Ana Sánchez, que acaba de adquirir un dúplex en Dénia tras pasar allí sus vacaciones familiares.

Una tendencia que se consolida

Los indicadores apuntan a que esta transformación del mercado inmobiliario estival no es una moda pasajera. Los cambios estructurales en los hábitos de trabajo, la consolidación de nuevas generaciones de compradores y la evolución tecnológica sugieren que el verano mantendrá su posición privilegiada en el calendario inmobiliario.

Las previsiones para agosto y septiembre de 2025 confirman esta tendencia. Las reservas de visitas ya superan en un 30% las del año anterior, y el sector se prepara para consolidar esta nueva realidad, con las inmobiliarias locales jugando un papel protagonista en esta transformación que redefine no solo cuándo se compra, sino cómo se vive la experiencia de adquirir una vivienda en España.